Por fin, encuentro con Héctor en Guadalajara

El pasado viernes, y ayer domingo, por fin fue posible el tantas veces pospuesto encuentro en Guadalajara con don Héctor Moreno, que como ya saben ahora es el director de comunicación social del Gobierno del Estado de Jalisco. ¡Tan negro como siempre, pero ahora más gordo!... buena gente.

El viernes tomamos un café, sin prisas, lo que siempre se agradece cuando se interrupe la jornada de un alto funcionario. Nos pusimos rápidamente al día, y por ejemplo me enteré de que Luis (su compañero desde la escuela, ¿lo recuerdan?) sigue en Cuernavaca y al parecer no le va del todo bien. Como sea, ya somos seis en ésta lista.

Le comenté un par de proyectos en los que ando ahora, y él a su vez me mencionó dos propuestas de colaboración, en las que ya estoy pensando. El domingo todavía fue posible volver a encontrarnos, a desayunar, antes de que yo saliera a Aguscalientes.

Adelanto que el lunes 20 estaré en Puebla, y aprovecharé para volver a platicar con Gerardo. (Bueno, pues este viaje se canceló).

Y ya soy licenciado

Hoy me confirmaron que he sido "acreditado" en el examen de grado que presenté, en la segunda y la tercera semanas de octubre, según el bendito Acuerdo 286 de la Secretaría de Educación Pública. Así es que ya soy Licenciado en Periodismo.

Seguramente saben que esta es una alternativa muy reciente para obtener el grado por conocimientos autodidactas o experiencia laboral. Lo aplica la Septién, y yo diría que no es precisamente sencillo. En todo caso, se debe lograr una calificación más bien alta (equivalente a 8.0) en cada una de las cuatro etapas de evaluación... y pagar una cuota que no es desproporcionada pero ciertamente sí pesa.

Anticipo que mi propósito con este examen fue doble: primero, lograr la posibilidad de dar clases (cursos, talleres, conferencias) en alguna universidad; segundo, iniciar una Maestría en Educación, está pendiente la investigación de los detalles pero ahora mismo se me antoja una orientación hacia los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Agrego el viernes 17 de diciembre: además me aceptaron en el Posgrado Iberoamericano de Políticas Culturales y Gestión Cultural, el próximo año. Es un diplomado virtual, al que convocan la Organización de Estados Iberoamericanos, el Centro Nacional de las Artes de México y la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa. Ya les platicaré.

Por cierto, aprovecho para avisarles también que el 15 de octubre terminó mi contrato con ABC Radio así es que ya no me encontrarán ahí, borren de su directorio aquel teléfono. Ahora estoy en casa, trabajando en proyectos propios de los que ya les platicaré acá.

Con Gerardo y Miguel Ángel

El viernes 20 me encontré con Gerardo Dueñas en Puebla, y el viernes 27 con Miguel Ángel Vichique en Querétaro, las ciudades donde ahora viven y trabajan.

Gerardo es el jefe de corresponsales (hace apenas un par de meses) de El Sol de Puebla, y se siente a gusto ahí: como viejo periodista que es le enorgullece que puede "pegar, pegar, pegar" al gobernador, y con la ingenuidad del recién llegado al ruinoso imperio de don Mario Vázquez Raña está seguro de que puede influir en una imposible reforma interna. No se ve tan enfermo como parecía el año pasado, cuando sobrevivía en un periódico aun más insignificante. Ahora presume, con razón, a sus hijos adolescentes. Vuelvo a decir que no le caería mal si le hacemos una llamada de cuando en cuando.

Miguel Ángel se prepara para una residencia de casi un año en Barcelona para iniciar su doctorado. Conocí su casa, impresionante, diseñada por él mismo y llena de sus propias esculturas. Pasamos una tarde de pizza y vino, hablando del oficio del periodista, el periodista justiciero, la malformación de nuestros públicos... Desde ahí buscó un par de veces a Héctor Moreno, que desde luego no responde, no responde y no responde.

Sería bueno que nos encontráramos, antes del viaje -a fines de septiembre- de Vichique. En una de esas, vamos quedando de acuerdo en la vieja idea de un acto académico en la escuela, un seminario al que todos podríamos aportar una parte de nuestra experiencia profesional.

Para comer un sábado en Toluca

El sábado -primero de mayo- me llamó Raúl, desde Toluca, para proponerse como anfitrión de una comida en la que coincidiríamos quienes hemos respondido a la iniciativa de reagrupar a nuestra generación. Él habló con Gerardo, que ahora trabaja para El Sol de Puebla como jefe de corresponsales, y así se estableció el sábado como el día más probable para la eventual comida porque es su único día de descanso. Héctor, en Guadalajara, no responde cuando se le busca. Miguel Ángel, en Querétaro, sigue extraviado pero localizable.

Seguiremos informando.

Otro intento en 2010

Terminó el año y no celebramos el vigésimo quinto aniversario de nuestra generación. De hecho, nuestra generación no se integra, no: seguimos siendo sólo cinco los rescatados del olvido. Y no hemos sido muy activos. Así es que toca insistir.

Primero, insisto en mi propuesta de encontrarnos, de alguna forma, el primer sábado de cada mes, en algunas de las ciudades donde ahora vivimos y trabajamos, o incluso con tecnologías virtuales como ésta. Entonces, mantengo mi propuesta de reunión para el próximo sábado 6 de febrero (¿quién invita los tamales?)

Mientras tanto, insisto, usemos éste blog y los teléfonos anotados en otra entrada aquí mismo para mantenernos en contacto. El último intento, que también falló, fue con Héctor en Guadalajara; por fin respondió a alguno de mis correos electrónicos, y dice que no sabe nada de Miguel Ángel (perdido desde el cambio de gobierno en Querétaro) ni de aquel Luis de Cuernavaca del que era tan cercano. Prometió asomarse al blog, así es que estas líneas le servirán de recordatorio.

Yo empezaré a fatigar viejas agendas, a ver qué resulta. ¡Salud!